Domingo Salas Frómeta retuvo solicitudes al Delegado de oficiales de las FAR.

Ciro Pedro A de Posse Y León
La Habana, 20 de octubre de 2013. Domingo Salas Frómeta, General de Brigada del Ejercito Mambí (División de Inteligencia) retuvo documentos dirigidos a Andrés Amian Gómez, por considerar que el “Presidente de Las Antillas”, se encontraba “bajo el control de la Seguridad del Estado”.
Entre los documentos retenidos estaría una queja de un general de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) una de cuyas hijas habría sido detenida y violada por un oficial del Ministerio del Interior (MININT, que no conocía de quien es hija) como represalia por involucrarse en actividades disidentes. Según confesó Salas este viernes a su “jefe”.
Salas, que al parecer tiene dengue, habló por la presión que ejercieron los promoventes al  quejarse de que sus casos no habían sido  atendidos aún por el Gobierno.
Estas personas, algunos militares y otros civiles, habrían decidido presentar solicitudes o quejas al Gobierno de Raúl Castro a través de Andrés Amian Gómez –en tiempo y forma- y en tal confianza entregaron sus documentos a Salas, quien los defraudó.
Además Salas “no cumplió con los encargos” del Delegado de allegar recursos de seguidores e instituciones religiosas solidarias para financiar las actividades de la Institución, o peor aún, habría colectado recursos a nombre de la Institución que no declaró  ni entregó, de lo cual se hizo sospechoso desde que empezó a ostentar de varios donativos realizados a él.
Si Salas colectó documentos, para que Gómez los presentara al Gobierno, fue porque realizó promoción del Proyecto –lo cual se le había orientado- y cabe esperar que al igual que colectó documentos “para el Presidente” como le llama, halla colectado recursos “también para el Presidente”, porque también se le había orientado.
La Seguridad del Estado tiene el derecho y el deber  de supervisar el funcionamiento de la institución religiosa Partido Revolucionario Cubano “José Martí” y Gómez tiene el derecho y el deber de mantener buenas relaciones con la Seguridad del Estado, en el propio provecho de la Institución (fundada el 10 de enero de 2011 bajo las orientaciones del General de Ejércitos Raúl Castro Ruz).
“Salas no tenia derecho  de engañar a esas personas ni a mi, porque yo mantenga las debidas relaciones con la Seguridad del Estado, porque esos documentos se los entregaron para que yo los canalizara legalmente, no para que hiciera contrarrevolución con ellos.” Explico Gómez francamente indignado.
No eran para dárselos a la Seguridad del Estado, pero… “¿qué le preocupaba a Salas si notificaba o no a la Seguridad del Estado, según el caso?” Preguntó.
¡¿U, ocultaría Salas los encargos para no entregar los donativos?!
Si se confirma que hubo beneficio económico o material en este procedimiento, la actitud de Salas clasificaría para que se formulen contra él cargos por “tráfico de documentos públicos” con carácter continuado y “sabotaje” de un proyecto político atendido por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba: delitos previstos en el código penal de la República de Cuba.
“He tenido con Salas varias discusiones, le he hecho amonestaciones por escrito, he debatido sus problemas de conducta y actitud con el colectivo y se lo he hecho saber: ¡oportunidades ha tenido bastante de no tener que caer en este extremo!” Sentenció.
“De todas formas hay que tenerle como atenuante que fue él mismo el que confesó, y se mostraba arrepentido de la desconfianza que había regido su conducta hasta ese momento.” Amplió, la fuente.
En 2005 Gómez tuvo que denunciar a una compañera que en su nombre falsificó documentos con afán de lucro. “Fue muy lamentable porque a ella se le ayudó para que prosperara y terminó robándome y traicionándome pero ya estoy curado de espanto.” Dijo Gómez.
Ahora bien hay que observar que cada vez que Gómez quería hacer un control del cumplimiento de las tareas orientadas, Salas se “preparaba” emborrachándose, lo cual puede ser síntoma de que se enfrentaba a un dilema que no podía resolver, como una contradicción entre su lealtad a Gómez y órdenes del Sistema de Inteligencia Militar (SIM).
Por esto es posible que Salas, al final, sea inocente de cualquier cargo en su contra.
Aunque tal vez no se formulen cargos penales –porque incluso cabe la posibilidad de que todo no sea más que una operación fantasma para probar a Gómez- en el otro extremo: el caso podría ser considerado por la fiscalía militar porque Salas tiene grado de capitán retirado de las FAR.
Cuando Gómez publicó la Orden Militar No. 1/2012 el 24 de octubre, ascendió a Salas a General de Brigada y firmó como General de División ambos del Ejército Mambí.
Gómez se fue atribuyendo grados militares, según el grado del oficial de más alto rango que dirigía cada una de las operaciones de inteligencia destinadas a neutralizarlo que él fue superando paulatinamente desde que en abril de 2009 el Tte. Coronel “Diosdán” lo subvaloró diciéndole: “En la universidad de la calle estás suspenso” e inició una operación para hacerlo desaparecer en una “salida ilegal del país”.
Sin embargo, en esta ocasión no hay evidencia de que haya alguien con grado superior al de General de División detrás de esto, por lo que Gómez no aumentará su designación, ya que más bien parece un problema interno, de insubordinación militar.
Tesorero del Partido Revolucionario Cubano “José Martí” (institución religiosa) colecta pero retiene documentos destinados a ser presentados por el Delegado ante el Estado cubano.



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