Andrés Amian Gómez solicita a Raúl Castro que se refiera a temas teóricos el 26 de julio
La Habana, 12 de julio de
2013
General de Ejércitos
Comandante Raúl Castro Ruz
Primer Secretario del
Partido Comunista de Cuba
Asunto: Confrontación
ideológica no antagónica.
Estimado Presidente,
Espero que al recibo de
la presente se encuentre usted bien.
Le escribo con motivo del
día de la rebeldía nacional para lo cual le he pedido a Jehová, Dios su
orientación.
Ante la caída de la Unión
Soviética y el bloque socialista de Europa del Este se puede abdicar del
marxismo y pasar a conducir la sociedad mediante una especie de empirismo o
pragmatismo revolucionario.
Sin embargo, la
Constitución de la República de Cuba le sigue dando al Parido Comunista y a la
teoría marxista autoridad para la conducción de la sociedad cubana. Por lo
tanto, como usted, que es el primer secretario del Partido Comunista de Cuba ha
dicho que el debate sano y honesto siembre es beneficioso, me atrevo a
plantearle algunos puntos teóricos con la aspiración de que se refiera a ellos
durante su discurso del 26 de julio de 2013.
¿En qué lugar estamos del
mapa de desarrollo social vaticinado por Marx y Lenin?
¿Nos acercamos a la
sociedad comunista o simplemente ellos se equiparon y no hay ruta al desarrollo
ulterior, hacia una nueva formación económico-social?
Marx vivió en la Europa
del siglo XIX, y en tales condiciones modeló la sociedad capitalista como una
institución en la cual el Estado era un órgano de opresión de una clase sobre
otra.
Marx aseguraba que el
Estado desaparecería en la nueva formación económico-social, o sea, que la
sociedad dejaría de ser dirigida por un órgano clasista que oprime a una clase
sobre la otra. Y consideraba Marx que esto ocurriría a través de una gran
revolución unitaria en todos los países capitalistas más desarrollados.
Lenin, en su momento y en
sus condiciones dirigió la Revolución en un solo país, y el más atrasado de la
cadena capitalista. La nueva sociedad que surgiría no era una carente de
“Estado” sino que por el contrario, tenía un Estado “invertido” respecto al
Estado burgués: un “Estado proletario” en el cual el proletariado como clase
oprimiría a los burgueses como clase, y eventualmente los eliminaría como clase
social, en la variante de propiedad social estatal sobre todos los medios de
producción.
Lenin advertía que esta
nueva formación económico-social, no era más que una fase primera y transitoria
de la formación económico social Comunista.
Una fase, llamada
“Socialismo” y encargada de fomentar el desarrollo de los medios de producción
ya que la Revolución se había dado, no en los países capitalistas más
desarrollados, sino en el país más atrasado.
El socialismo sería pues
en la teoría leninista del marxismo, una etapa transitoria hacia una nueva
formación económico-social en la cual no habría más un Estado que oprimiera los
intereses de una clase mientras se fomenta el desarrollo de los medios de
producción.
En el lenguaje actual, en
el lenguaje occidental, cabe llamar “Gobierno” al órgano que oprime a una clase
representando los intereses de la otra, aquello a lo que Marx llamaba “Estado”.
En EEUU vemos con
claridad esta función del Gobierno, ya que existen dos partidos políticos el “Demócrata”
y el “Republicano” que representan los mismos intereses de clases y está
prohibida la existencia de un partido comunista, o sea, del proletariado.
Por lo tanto, el Gobierno
de los EEUU es un ejemplo moderno de lo que Marx llamaba “Estado” o “estado
clasista”.
Sin embargo, en el caso
de España, por ejemplo, tenemos el Partido Popular que ahora está en el
Gobierno y el Partido Socialista Obrero Español, que gobernó en los dos
periodos anteriores.
En el caso de España nos
encontramos a un Gobierno de nuevo tipo si lo comparamos con el de EEUU y con
el de la otrora Unión Soviética.
El Gobierno de España es
una Gobierno en el que tanto la clase obrera como la burguesía tienen sus
paridos y ambos participan del Gobierno mediante sus representantes en el
parlamento.
Mi propuesta teórica es
que lo que se ha logrado en países como España, es la mejor aproximación de la
realidad al vaticinio de Carlos Marx, que existiría una nueva formación económico-social
en la que no habría opresión de una clase sobre la otra.
Volvamos a la innovación
de Lenin, de crear el “Estado proletario” como un modo alternativo al
desarrollo a través del Estado (Gobierno) burgués, para llegar a la nueva
formación en la cual ya ninguna clase oprimiría a la otra, meta necesaria (en
el sentido de inevitable) de toda variante del desarrollo social.
Cuba tomó esta variante a
partir del triunfo de la Revolución en 1959. Primero como un país donde el
proletariado ejercía autoridad sobre la burguesía. Y a partir de 1976 (hasta
1992) como país sin burguesía.
Cuba ha sido socialista
ya sea en la variante de proletariado dominante o de proletariado absoluto,
pero socialista desde 1959.
Ahora bien, con plena
conciencia del proceso histórico que estamos viviendo, lo que hacemos no es más
que desarrollar el país hasta que podamos pasar a la nueva formación
económico-social, (o a su fase superior, si se quiere): la Sociedad Comunista,
o sea la sociedad donde ninguna clase oprime a la otra, sino que ambas
participan de la dirección social, en proporción a la voluntad popular.
Ya que los lineamientos
del Partido y la Revolución de fomentar el trabajo por cuenta propia como una
forma importante de la actividad económica del país, descarta la interpretación
que se le daba en los años 60 y 70 de que el futuro sería la desaparición
absoluta de las clases con propiedad sobre los medios de producción.
Las condiciones de acoso
económico político y social por parte de los EEUU contra Cuba, hacen de la
unidad un requisito indispensable para nuestra soberanía.
Por eso, mi propuesta
política consiste en la re-militancia del Partido Revolucionario Cubano como
único partido de las clases no proletarias, que junto al Partido Comunista de
Cuba formen la “Unión Patriótica Nacional”, la cual herede las
responsabilidades que ahora el artículo 5 de la Constitución de la República de
Cuba otorga al Partido Comunista.
La necesidad del Partido
Revolucionario Cubano “José Martí” se fundamenta en la necesidad política de
actuar conscientemente en correspondencia con las leyes del materialismo
histórico que plantean la inevitable correspondencia entre la superestructura y
la base económica.
Si la Revolución no actúa
consecuentemente, la contrarrevolución usará esa brecha para tratar de
debilitarla y el desarrollo social que ha de ser impulsado por la unidad y
lucha de contrarios no tendría el mismo ritmo que si se hace lo pertinente.
Un nuevo Estado, más
revolucionario, más marxista, más martiano, más dialéctico en el cual el
Gobierno acoja a líderes políticos tanto del proletariado como de las clases no
proletarias, revolucionarios todos.
Esa es mi propuesta, y
quisiera que usted se pronunciara respecto a ella en su discurso del 26 de
julio próximo.
Sin otro particular,
Prof. Lic. Andrés Amian Gómez Soria
CI 71022325625
Bernardo Posse No. 20305 esq. 3ra
La Rosalía SMP CH 11000 Cuba
Móvil.: 5 80 80 274
Email. aamiangomez@gmail.com
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