Es necesario reducir a 12 años la edad mínima para el matrimonio de las hembras con autorización de los padres

Ciro Pedro A de Posse Y León. Vocero del JEdE.Reino Espiritual de Yave.

La Habana, 31 de mayo de 2016. Lázaro I Maximiliano (Andrés Amian Gómez) Jefe Espiritual de Estados del Reino Espiritual de Yave, considera que la inmoralización e ilegalización bajo el concepto de “pedofilia” del compromiso de niñas con hombres mayores es una causa superable de la prostitución infantil, los embarazos no deseados en la adolescencia[1]^,[2] y crisis habitacional por la alta incidencia de divorcios[3].

Amaya Saborit Alfonso (Granma, órgano oficial del  Comité Central del Partido Comunista de Cuba) recomienda aumentar la educación sexual para evitar los embarazos en la adolescencia.[4]

“El problema es que los comunistas no entienden los que está pasando, o lo entienden según su ideología comunista y por lo tanto se proyectan ‘de fe comunista’, o sea, ‘de mala fe’ respecto al asunto que nos ocupa. Para los comunistas destruir el matrimonio israelita, es una manera de evitar la acumulación del capital.” Consideró Gómez, quien ganó la categoría de Profesor Auxiliar Adjunto en Ciencias Sociales en la Dirección de Marxismo del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” (ISPJAE/CUJAE) en diciembre de 2004.

En el libro sobre “El Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, Federico Engels (cofundador del Marxismo junto a Carlos Marx) demostró la importancia del matrimonio israelita, o sea, de hombre maduro con mujer fértil, para la acumulación del capital o patrimonio familiar.

Los padres de Fidel Castro Ruz, realizaron un matrimonio israelita, porque él tenía 45 años y ella unos 16, y como consecuencia de esa filosofía acumulaban capital material y cultural. Los cuales luego usaron para poder dirigir exitosamente la Revolución de 1959.  

“El llamado embarazo en la adolescencia es algo normal en Israel y no es ningún problema. El problema es que ocurra fuera del matrimonio, eso es lo que genera sufrimiento humano y crisis social.” Consideró Gómez, un estudioso del tema de la arquitectura real de la familia cubana, a diferencia de los modelos que promueve el Estado cubano proveniente de las ciencias sociales alemanas y rusas desarrolladas después de la segunda guerra mundial (1945-91).

Durante la segunda guerra mundial, Alemania y Rusia, fueron los dos países que más hombres perdieron y en esos dos países las mujeres tomaron un rol protagónico en la economía y las ciencias sociales, Esos dos (URSS y RDA) fueron los países que más influyeron en las concepciones sociales que se instauraron en Cuba tras el triunfo de la Revolución.

En sus teorías sociales ellos convirtieron un problema particular y específico de esos dos países –y en menor medida del resto de Europa- en un problema casi fundamental de las ciencias sociales: la igualdad entre el hombre y la mujer, y el derecho implícito al liderazgo femenino en la constitución de la familia, las organizaciones sociales y el Estado.

En Cuba no hubo una guerra de exterminio masculino, pero la Federación de Mujeres Cubanas se encargó de traer a Cuba las “verdades“ ruso-alemanas como criterio -importado- de “desarrollo social”.

Mientras la sociedad cubana fue financiada por la ayuda solidaria de la URSS y el CAME, aquellas concepciones parecían la verdad profética de una nueva sociedad, pero cuando se “desmerengó” aquello (RDA en 1989 y la URSS en 1991) , las aguas empezaron a tomar su nivel en Cuba, por una ruta extraña, donde apareció un divorcio entre la teoría que seguía alegando como “verdad” aquel espejismo que ya no tenía base real en la economía, y así las familias comenzaron a cerrar sus oídos al discurso oficial que salía por la prensa televisiva, radial e impresa, y se empezaron a mirar a las concepciones sociales que venían –sin teoría, pero contenidas- en los audiovisuales y remesas familiares de EE.UU. y América Latina.

Por su parte, la campaña del Estado cubano contra el embarazo en la adolescencia tiene dos pilares[5] fundamentales, por una parte aluden el riesgo médico de que un sistema reproductor no bien maduro asuma el reto de la gestación, lo cual ocurre con riesgos agravados respecto a un embarazo que ocurre después de los 20 años.

En segundo lugar el Gobierno comunista promueve la independencia de la mujer y su igualdad con el hombre, por lo que rechazaba que una mujer joven fuera “objeto de placer” de un desvergonzado hombre mayor (“¡Pedófilo!”) que no comparte con ella las mismas experiencias generacionales.

Por lo que –quienes asimilaron y conservan aquel discurso social- recomiendan que la mujer se case y embarace después de que ha realizado estudios mínimos que la capaciten para insertarse de manera independiente en la vida laboral, evitando ser económicamente dependiente de su marido.

Pero según Gómez esto es exactamente atentar contra la familia. La familia consiste en eso, en que la mujer se casa para descansar económicamente en su esposo, y para que sus hijos ereden su capital acumulado.

Lo otro no es formar una familia, sino simplemente acumular un clan matriarcal, donde los hijos se agrupan en torno a las madres, y los hombres vienen y aportan sus genes, placer y economía eventualmente, pero no como algo fundamental.

La familia, la familia occidental y la familia cubana en particular, sigue los arquetipos de la familia israelita, que son mostrados en el antiguo testamento y entonces jamás ningún hombre fue juzgado y mucho menos condenado por tomar por mujer a una adolescente, es más “no existe una sola alusión en toda la Biblia a la edad que tenía una mujer al momento de haber sido dada o tomada por esposa,” Asegura Gómez.

Según la Biblia, Yave creó a Eva mucho después de haber creado a Adán, pero la creó de manera tal que ella pudo ser su ayuda idónea.

En la práctica, eso se concreta en que una adolescente (que ha vivido) “de la costilla de Adán”, o sea mucho más joven que un hombre maduro, pero que se ha alimentado de él, tiene la capacidad optima para entenderlo, para ayudarlo, para satisfacerlo y darle hijos y así vivir juntos para toda la vida.

Por el contrario, la teoría feminista del matrimonio promulga que la mujer tenga experiencias sexuales con jóvenes de su edad, sin compromiso ninguno, o en la variante cristiana, siendo los dos vírgenes por igual pero él solo unos pocos años mayor que ella.

En la práctica, al ser la mujer realmente más inteligente que el hombre en su juventud, ese matrimonio termina gobernado por la mujer, y a los pocos años fracasa, por la incapacidad del hombre joven -con poca ventaja en experiencia- para mantener un control amoroso de su mujer a la vez que la mantiene motivada y es capaz de dirigir estratégicamente a la familia en su progreso dentro de la sociedad.

Evidentemente, la alta frecuencia del adulterio y de los divorcios, bajo estas premisas no pueden ser otra cosa que una consecuencia lógica o en términos marxistas “necesaria”.

Las estadísticas demuestran que los matrimonios establecidos bajos estos principios de “igualgad” (en edad) entre el hombre y la mujer, suelen durar de tres a siete años.

Una evidencia de que fue Alemania, una de las fuentes de estos errores y por lo tanto uno de los países que ha cosechado sus consecuencias, fue la noticia de que una legisladora alemana propuso que los matrimonios expiraran de manera natural a los 7 años, sin que fuera necesario trámite de divorcio.

La legislación cubana prevé la autorización del matrimonio a partir de los 14 años para las hembras, siempre y cuando cuenten con la autorización de los padres. Pero Gómez plantea que la edad más típica de iniciación sexual es los 12 años y que la no existencia de plataformas legales y culturales que faciliten que esta iniciación se de bajo compromiso familiar, está haciendo que esta iniación se dé en condiciones irregulares, riesgosas y hasta estimuladas materialmente.

Pero Cuba aún tiene la tasa más baja de embarazos en la adolescencia de toda América Latina y el Caribe.

Gómez acusa al Gobierno comunista de preocuparse por los embarazos en la adolescencia que no son problema porque reproducen la población, mientras que estimula la homosexualidad que sí es un problema que destruye la población porque disminuya la natalidad.

El único problema que hay con el embarazo en la adolescencia -según Gómez- es que, como consecuencia de tantos años de instrucción técnica y deseducación en valores cristianos por parte de los comunistas, las niñas y jóvenes han sido educadas en tener sexo en búsqueda de placer y no en como complemento de la conformación de una familia, y por lo tanto, muchos de esos embarazos salen de la exploración sexual con otros adolescentes incapaces de fundar una familia, en lugar de la entrega familiar de una joven a un hombre maduro capaz de fundar con responsabilidad un nuevo hogar: “Y por lo tanto, terminan en madres solteras y déficit de viviendas.” Asegura el sociólogo empírico.

Lázaro I Maximiliano (Andrés Amian Gómez) recomienda que la edad mínima para el matrimonio legal en Cuba sea reducida a 12 años y que se deshaga el prejuicio contra el arreglo familiar de matrimonio entre hombres mayores y mujeres jóvenes a fin de atenuar la prostitución infantil, los embarazos no deseados en la adolescencia y la proliferación de madres solteras que profundiza la crisis habitacional del país.

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[1] Cuba registra un disparo de los embarazos en adolescentes. Diario de Cuba, 13 de diciembre de 2015. Disponible en: http://www.diariodecuba.com/cuba/1450029379_18794.html. Citado: 31 de mayo de 2016.

[2] El embarazo en la adolescencia crece en Cuba. IPS Cuba, 24 de enero de 2013. Disponible en: http://www.ipscuba.net/salud-y-ciencia/el-embarazo-en-la-adolescencia-crece-en-cuba/. Citado: 31 de mayo de 2016.

[3] Divorcios en Cuba se han triplicado. Cubadebate, 11 de mayo de 2011. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/05/11/divorcios-en-cuba-se-han-triplicado/. Citado: 31 de mayo de 2016.

[4] Más educación para prevenir el embarazo en la adolescencia. Granma, 26 de diciembre de 2015. Disponible en: http://www.granma.cu/cuba/2015-12-26/mas-educacion-para-prevenir-el-embarazo-en-la-adolescencia-26-12-2015-15-12-46. Citado: 31 de mayo de 2016.

[5]