Peugeot podría invertir en Cuba y promocionar migración francesa para compensar cierre de 8 mil plazas.

Ciro Pedro A de Posse Y León

Andrés Amian Gómez, Jefe de Estados de la “República de Las Antillas”, alternativa teocrática (en desarrollo) a la República de Cuba, propone que la firma francesa Peugeot invierta en Cuba y cree empleos que podrían compensar el cierre de ocho mil empleos de la firma en el centro de Europa.

En Cuba el costo de la vida es mucho más bajo por lo que la firma ahorraría en salarios, ya que con honorarios mucho menores que los mínimos en Europa daría a sus empleados un alto estándar social, el cual se compensaría con bonificaciones para viajar de vacaciones por el mundo.

Por otra parte, el desarrollo de estaciones productivas en Cuba daría a Pegueot, grandes oportunidades competitivas para el mercado latino americano y eventualmente estadounidense cuando la flexibilización del Embargo de EEUU así lo permita, o este desaparezca totalmente.

Peugeot tendría muy buena posición para exportar a Venezuela, líder petrolero y principal socio económico y político de Cuba, también a Nicaragua, Bolivia, Ecuador, países miembros del Boque ALBA-TCP (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado Comercial de los Pueblos) así como a los países del bloque CARICOM (Comunidad de Estados del Caribe) y en cierta medida también a Argentina, y a los bloques comerciales MERCOSUR y UNASUR.

Las normas del Gobierno de La Habana para la inversión extranjera establecen que la mano de obra debe ser cubana, o técnicamente residente en Cuba, lo que dificultaría que franceses residentes en Francia puedan trabajar en las nuevas instalaciones del gigante francés.

Sin embargo, Gómez, promueve la Iniciativa “Posiciones de Amor contra la Posición Común Europea”, la cual estimula programas de noviazgo en el marco de las Iglesias cristianas, para promocionar la inmigración europea en Cuba.

De esta manera, bajo matrimonio, los franceses adquirirían su residencia en Cuba y el derecho a trabajar incluso en las instalaciones de Peugeot o en otra cualquier empresa cubana o cubano extranjera.

La legislación cubano y la política del partido no permite que empresas transnacionales inviertan de manera autónoma en el país, pero sí lo pueden hacer asociándose con el Estado el cual puede dar muchas más garantías y estabilidad que cualquier otro socio particular.

Este modelo no garantizaría que las mismas personas que pierdan sus empleos en Francia los puedan recuperar en Cuba. Pero desde el punto de vista político para el Gobierno socialista de Hollande, y desde el punto de vista social para la empresa, estarían en capacidad de crear tantas o más oportunidades de trabajo en el exterior que las que están cerrando en el patio.

A su vez, esta iniciativa movería el perfil laboral hacia los más jóvenes, los más capaces y los más devotos a la fe cristiano, provocando en la sociedad un movimiento de oportunidades a favor de los más aptos y emprendedores.

Proponer el Jefe de Estado de la “República de Las Antillas” iniciativa para compensar la crisis de empleo que se ha generado por los planes de despido de Peugeot en Francia.