A Iglesia Adventista del 7mo Día - Solicitud de admisión como maestro de la Escuela Sabática.
Reino Espiritual de Yave
Oficina del Jefe Espiritual de Estados
“Lázaro I Maximiliano”
Año I de Efraín en el Poder
A: Iglesia Adventista del 7mo Día
Asunto: Solicitud de admisión como maestro de la Escuela
Sabática.
A quien corresponda,
Entre el año 2008 y el 15 de febrero
de 2010 yo fui profesor en cinco universidades: Universidad de La Habana (solo
colaborador no categorizado), Instituto Superior Politécnico “José Antonio
Echeverría”, Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, Instituto
Superior de Deportes y Cultura Física “Manuel Fajardo” y Instituto Superior de
Tecnologías y Ciencias Aplicadas (InSTEC, universidad del CITMA).
El 20 de febrero de 2009 yo oré a
Dios diciendo: “Padre, yo no quiero seguir esta vida que llevo. Quiero
cambiarme el nombre y empezar una vida nueva. ¿Me das permiso? ¿Te parece bien?
”
Abrí la Biblia al azar y ¡mire!
Encontré el texto que dice: ‘Desde antes de que nacieras yo te llamé por tu
nombre: Ciro.’
El 23 de febrero de 2009 hice una
carta al Dr. Armando Leal Mursolí, Decano de la Facultad de Ciencas Médicas
“Dr. Miguel Enríquez” en la que le decía
que no podría seguir dando clases porque había muerto a la realidad secular y
había renacido en una nueva realidad espiritual y que Dios me habría dado otro
nombre: Ciro.
El 29 de abril de 2009 me encerraron
en el Hospital Psiquiátrico de La Habana hasta el 4 de mayo de 2009, al día
siguiente me dieron baja de la Facultad, y nunca más me pagaron a pesar de que
desde el 5 de septiembre al 15 de febrero de 2010 estuve dando clases en el “Calixto”.
El lunes 3 de abril de 2017 entregué
una carta en la Unión Cubana de los Adventistas del 7mo Día, y al regresar a
San Miguel del Padrón ¡Miren! En calle 3ra e/ B y C, Reparto California, había
una árbol caído. Al verlo me dije: ¡El árbol de Nabuconosor!
En efecto fueron siete años que
estuve fuera de las aulas y fuimos tenidos por locos y llegué a comer del suelo
en 2011 y 2012, como él, según las Sagradas Escrituras.
Pero Dios me ha dado promesa de
restablecerme y señal de que es el tiempo para ello. En consecuencia solicito
ser admitido como profesor de la Escuela Sabática.
Sin otro particular, agradece la
atención prestada,
Lic. Andrés Amian Gómez Soria
Profesor Auxiliar en Ciencias Sociales
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