Anciana pasa penurias por no atreverse a confesar sola ante extraños el pacto que hizo con Dios.
Ciro Pedro A de Posse Y León. Vocero del JEdE. Reino
Espiritual de Yave. (REY/SKY)
La Habana, 29 de enero de 2019. Una anciana de 79 años que no autorizó la publicación
de su nombre en Internet, optó hoy a las 08 horas por no mandar a comprar media
libra de pan en 5 pesos cubanos “porque no voy a hacer ese gasto para comérmelo
solo, porque nada tengo para echarle”. Sin embargo ella perdió la oportunidad
de vender su casa en 28 mil CUC, porque dijo que ella solo pedía 18 mil porque
se dijo: “¿Si no la he podido vender en 18 mil, cómo la voy a vender en 28
mil?”
“El precio viable no está determinado por el valor de la casa, sino por la
intensión de la venta. Después de haber asumido el compromiso de venderla en 28
mil para donar 8 mil, al ver el cliente ante ella se olvidó del compromiso de
donar y quiso vender más fácilmente para resolver su problema solamente. Al ver
su egoísmo y deslealtad, Dios le dio la espalda, así como ella le había dado la
espalda al deber contraído.” Explicó Lázaro I Maximiliano (Andrés Amian Gómez),
Jefe Espiritual de Estados del Reino Espiritual de Yave.
La anciana dijo que ella no podía mentir al cliente diciendo que pedía 28
mil cuando en realidad lo que ella pedía era 18 mil, pero que si Gómez hubiera
traído al cliente con él, entonces sí ella hubiera dicho, delante de él, que el
precio era 28 mil.
O sea, ella había asumido un compromiso, pero al verse sola, no permanecía
el compromiso en ella. El compromiso solo era delante de Gómez, no modificaba
su actitud ante las demás personas.
Gómez le dijo que ella había demostrado que no tenía fe en la promesa de
Dios. Pero ella no entendió ese planteamiento de Gómez.
“En una ocasión anterior yo le había dicho de parte de Dios que tendría una
gran abundancia económica basado en la visita del profeta Elías a la viuda de
Sarepta. Saliendo yo por la perta empezaron a venir clientes a comprarle
refrescos que ella vente y los vendió todos enseguida después de tres o cuatro
días que no vendía ninguno. Pero a pesar de haber tenido esta prueba de parte
de Dios y de ver que yo no traje a esos clientes, que fue el Espíritu Santo
quien los trajo, cuando llegamos al punto de la casa, ella no tuvo fe para creer
que esos nuevos compradores habían sido enviados por Dios y que ella debía ser
fiel al pacto que había hecho.” Explica Gómez.
Después de aquella demostración de poca fe ella se ha visto en una
situación precaria, como nunca en su vida. Habría que cantarle aquello de:
“Hipocresía, morir de sed teniendo tanta agua.” O recordarle la frase que Jesús
le dijo a la samaritana:
“Si comprendieras quién es quién te habla, tú le pedirías a él y el agua que
él te dará será tal, que nunca más tendrás sed.”
Anciana sufre de penurias económicas por no sostener ante terceros el pacto
que hizo con Dios a través de la palabra del profeta Andrés Amian Gómez.
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